El mundo de la “Investigación” es bastante amplio…
¿Sabías que…?
Los mapas conceptuales son una de las mejores herramientas a utilizar para emprender cualquier proceso investigativo, pues con ella puedes alcanzar un nivel de comprensión de la temática que quieres abordar, o, incluso, utilizarlos como guía para el desarrollo de tu texto, algunos consejos que puedas tener en cuenta a la hora de construirlos son:
Revisa la literatura académica del tema desarrollado y señala los conceptos o subtemas que te llaman la atención (recuerda tener claro cual es el tema general y los subtemas del mismo).
De las expresiones o conceptos señalados, de acuerdo a su significado dentro del contexto del tema, establece relaciones entre ellos, pueden ser dependientes, pares (estar al mismo nivel) o incluso muy distantes (lejanos) de los mismos, si te pasa este último, probablemente generan un nuevo mapa conceptual.
Cuando elaboras un mapa conceptual, además de repasar lo que comprendiste del texto, al establecer estas relaciones te permite afianzar los conceptos por medio del ejercicio de representación gráfica (cuando estableces las posibles relaciones que se dan entre los conceptos).
A partir de esta estructura construida (organizador gráfico), vas a tener un mapa o recorrido, no sólo del tema y los subtemas que este involucra (dadas las relaciones), sino además una guía para el ejercicio de la escritura, pues funciona como cohesión y coherencia dentro del texto.
No olvides disponer de un título que tenga relación directa con el tema general seleccionado, y del cual se desprende todo el mapa conceptual. Apóyate de elementos como: qué, cómo, o con quién, entre otros; que puedan ser de utilidad para definir un título claro y concreto.
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